Tener un estilo propio de dibujo o de escritura, algo así como dibujar los ojos de cierta manera o escribir sobre cierto tema, es algo que se desarrolla con el tiempo. Más allá de simplemente escribir o dibujar el tema o la forma como uno quiera, es un proceso de introspección que toma mucho tiempo y exploración del mundo exterior. Porque, a final de cuentas, todo conocimiento es auto-conocimiento. 

En el área de la ilustración, las personas tienden a seguir a sus exponentes preferidos. Cada persona tiene su norte, Mike Mignola (Creador de Hellboy) era un gran fan de Jack Kirby y se nota esta influencia en sus cómics. A pesar de esto, desde que ves un dibujo de Mignola sabes que es de él. Mignola era un fan a muerte del horror y del misticismo, temas que, independientemente de la influencia de Kirby, también fueron implementados en sus dibujos. Cuando amalgamamos elementos en nuestras creaciones, permitimos que la misma manifieste muchas vertientes de nuestra personalidad. 

La escritura y tu Estilo Artístico

En cuanto a la escritura, es un poco difícil, pues leer generalmente toma más tiempo que apreciar imágenes. Por esto, el análisis de cada autor tiene que ser más profundo. Cuando uno lee un libro de Neil Gaiman (ya sea este una novela o un cómic), se da cuenta de que a él le gusta mucho la escritura clásica shakesperiana y eso lo demuestra en obras como Sandman y, en la obra donde más lo expresa, Marvel 1603. En esta última, Gaiman recreó el universo de Marvel 400 años antes del universo tradicional. Otro ejemplo de esto es Ed Brubaker, a quien siempre le ha gustado la de-construcción de los elementos de un género, en especifico, del film noir. 

La Creación de tu Propio Estilo Artístico

Crear tu propio estilo artístico, al momento de expresarte en cualquier rama del arte, representa una búsqueda de ti mismo. Imagina que dentro del cerebro hay un laberinto, y quien eres, ese yo que estás buscando para así expresarlo de manera artística, está en el centro de ese laberinto. Este camino está lleno de trampas, atajos y posibilidades de abandono. Para llegar al centro del laberinto debes moverte a través del mundo, explorar tanto tus alrededores como lo que está lejos de ti. También es necesario conocer personas nuevas y escucharlas como si no fueras interesante, pues, al menos en este viaje, los interesantes son ellos y cómo los puedes recrear a través de tu trabajo. La labor del artista es observar continuamente, así cuando llegue el momento de plasmar la vida en el papel, tu obra se sentirá auténtica y orgánica. En el arte, es mejor dar algo creíble que algo realista.

En Conclusión

Y al final los dejo con otro tema incompleto, porque no puedo darte una respuesta concreta, hay quienes no han explorado nada y saben ya lo que quieren hacer el resto de su vida, y eso está bien. Hay otros que no han encontrado una identidad en una técnica de cierto arte (puntillismo, décima o jazz) o tan si quiera en una forma de arte (pintura, poesía o música) y eso también está bien. Lo que alego es por la exploración, porque la ignorancia es un don para los seres humanos, el hecho de reconocer que no sabes algo, especialmente sobre ti mismo, es un motivo para moverte a buscar esa respuesta. El gato sabe que es un gato y no necesita saber más de ahí, pero tu eres una persona, llena de complejidades y defectos en los que tienes que trabajar para desarrollarte como persona y mientras más desarrollo alcances, ¿quién sabe? Posiblemente encuentres esa respuesta que yo no puedo darte.