Durante toda mi vida he tenido una atracción por las historietas. Desde mi primer contacto con las tiras cómicas de los periódicos. Títulos como: ”Olafo el amargado”, ”Beto el recluta”, ”la pequeña Lulú” y ni hablar de ”Condorito” o la primera vez que “un primo de la capital“, como decíamos en esos años, me mostró un cómic de ”Spawn” (se imaginarán el impacto).
Antecedentes como lector de cómics
Supongo que será en parte por esos antecedentes tan diversos, sumado a lo difícil que era encontrar cómics de temas o nichos específicos como Manga o superhéroes que nunca me he casado con los estilos de dibujo ni puesto una Industria por encima de otra.
Para mi fue leer lo que aparecía…
Y creo que eso me ayudó a centrarme en lo que más debe importar en un cómic: El Storytelling, el cómo se cuenta, cómo fluye la historia por las viñetas y cada elemento dentro de la misma está al servicio de esto, sin grandilocuencia ni pretensiones.
Puedo leer ”Mouse” y pasar a ”V for vendetta” para luego disfrutar de un libro vaquero sin
avergonzarme o sentir que bajo de nivel, solo me encanta la variedad y las ideas por
encima del estilo. Esta es una de las máximas que junto a mi hermano en armas, Leorian Ricardo, y el apoyo de la Biblioteca infantil y juvenil República Dominicana tratamos de transmitir a las nuevas generaciones a través del taller de cómics (impartido en la institución antes mencionada) y de forma más amplia dentro de la comunidad de creativos dominicanos con movimientos como la Maco Expo RD y el apoyo de Cultura Cómic RD.
Diversidad de estilos en el cómic
Sí, es verdad que cada mercado está muy diferenciado por su región y cultura, sí, es cierto que al empezar a buscar tu voz lo más probable es que suenes como algún autor que te guste, es comprensible. Pero creo también necesario que si deseamos crecer no solo como lectores y creadores sino también como difusores, abrir los brazos a historias que vayan más allá del manga, las perspectivas forzadas, los trajes ajustados o los sub géneros.
Las historietas son un medio, se puede contar todo tipo de cosas, fantásticas, biográficas, históricas, épicas (en escala o íntimas en concepto) y abrazar a diferentes públicos.
Perder el miedo a contar tu historia
Sé que hay muchos jóvenes con ganas de contar y crear sus historias, sé que muchos se sienten aislados al ver a tantos solo hablar de los cómics de superhéroes o el Shonen de turno, sé que piensan que tal vez lo que quieren expresar no tendría público ni validez o que su estilo de dibujo es poco ortodoxo para llamar la atención. Quiero que sepan que no es así, que sí vale la pena contar esas historias, que si hay espacio para ti dentro de las comunidades artísticas y que sí hay espacios y gente dispuesta a escucharte, motivarte y ayudarte a mejorar.
En un mundo que persigue tanto el ideal de la diversidad, es bueno llevarlo también a este tipo de conversaciones, el qué consumimos, qué recomendamos, el dar oportunidad a otro tipo de discurso, a propuestas nuevas… Creo que ahí podría estar la clave para algún día hablar de la industria del cómic dominicano.
Espero que estas palabras lleguen a quien las necesite, que los encuentre bien y creando buen arte pero, por sobre todo, los anime a alzar sus voces, a contar sus historias, mostrar sus realidades y perspectivas pues de eso está hecho el mundo.
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